Era una tarde soleada de abril, una niña tomaba la bicicleta emocionada, se dirigió a casa de su maestra de cuarto grado de primaria para mostrarle su libro de poesías, empapado de pegamento por las arduas y sofisticadas decoraciones con conchitas de mar.

 Cuando la maestra lo tomó en sus manos se dibujó una sonrisa en su rostro, lo leyó y le dijo a la niña: “que bonitos tus poemas, creo que tienes talento, deberías continuar haciéndolo y vas a ver como cada vez lo vas a hacer mejor”.

La niña al escuchar estás palabras se emocionó muchísimo, pero al mismo tiempo al escuchar la frase “lo vas a hacer mejor” fue un pequeño pinchazo en el corazón al pensar: ¿cómo podría ser mejor?, no se imaginaba poder ser mejor, ¿cuánto tiempo falta para ser mejor?, ¿cuándo voy a ser mejor?

Al llegar a casa, se lo mostró a su madre con la esperanza de encontrar respuestas a través de su reacción ante tal obra de arte, que aunque no era la piedra angular creadora del inicio de la historia poética, si era la primer creación y la primer piedra colocada en los cimientos de aquel castillo lleno de fantasía que estaba a punto de construirse; al ver la indiferencia por parte de su madre, la niña simplemente guardo su primer libro de poemas, ya casi duro de tanto pegamento, en el rincón de un closet de alguna habitación.

Años más tarde, los vástagos que en el invierno se congelaban, florecieron en primavera, y el tiempo llegó, la madurez hizo su aparición solemnemente y sin pena, el tiempo de ser mejor había llegado, las habilidades estaban presentes, pero la niña ya no existía.

Muchos años después, muchos, muchos, muchos años después, espera no tantos, aún conserva algo de juventud, una chispa se encendió en su corazón, el arte, la pintura, la fotografía, la poesía, la escritura, se habían convertido en un pasatiempo que sanaba su corazón y que, en muchas ocasiones, le salvaba de sí misma.

Chica Vainilla eligió como nombre para crear un lugar seguro, un espacio digital para dejar huella de sus fotos, poemas y lo que pudiera confortar su lado artístico.

Dicen que los maestros son como guías que nos ponen alas para desarrollar nuestro mayor potencial y comenzar a volar, de nuevo una maestra había llegado a su vida, despertó a la niña que se encontraba dormida, la cual lo hizo llena de emociones y de energía, incitando a la mujer, llenándola de preguntas: ¿por qué no?, ¿por qué no crear un blog para escribir todo poema o todo lo que desee?, ¿Por qué no aprovechar la oportunidad y las herramientas?, y es así como comenzó está historia.

“De nuevo” …